Recortando los costos del secado de grano

Un nuevo sistema de secado de grano de "circuito cerrado", que utiliza intercambiadores de calor Bowman en Finlandia, ha reducido significativamente los costos energéticos mejorando su eficiencia energética.

En lo que es una novedad mundial, un intercambiador de calor de los gases de escape Bowman ha ayudado a reducir drásticamente la cantidad de energía utilizada y las emisiones producidas por un nuevo sistema de recuperación de calor de “circuito cerrado”, durante el proceso de secado de grano en una granja finlandesa.

El secado es una parte esencial del proceso de producción de grano en Finlandia, ya que debe realizarse tras la cosecha para reducir antes de su almacenamiento la humedad contenida. Generalmente grandes secadores se encargan de soplar el aire caliente a través del grano mediante un quemador de aceite o de gas e involucrando unos significativos costos energéticos y un impacto directo en el importe de la producción de alimentos.

Durante el proceso de secado el aire caliente que ha pasado a través del grano, se expulsa a la atmósfera exterior generando un ciclo de “pérdida total”. Normalmente, este aire expulsado mantiene aún una temperatura de 35 °C, provocando la pérdida de una valiosa fuente de energía. Se tardan hasta 24 horas en alcanzar el nivel de humedad requerido en un lote de 30 toneladas de grano y, como la estación de secado típica puede durar hasta 2 meses, el proceso puede consumir entre 25.000 y 40.000 litros de aceite, lo que se convierte en una parte importante de los costos de explotación de las granjas.

El nuevo sistema funciona recuperando una gran proporción del aire caliente expulsado habitualmente por el secador de grano de la granja. Todos los contaminantes y residuos de los granos son eliminados antes de que el aire “limpio” recircule a través del intercambiador de calor de los gases de escape Bowman, donde se calienta de nuevo hasta los 65 °C.

El sistema de cogeneración CHP se ha configurado para recuperar la energía calorífica de la mitad del aire expulsado que normalmente se perdería en la atmósfera. Durante el primer año de operación se ha reducido a la mitad el consumo de combustible de la granja; ¡ahorrando unos 18.000 litros de combustible y reduciendo a la mitad las emisiones de CO2!

El sistema está diseñado para funcionar con temperaturas exteriores del aire entre -5 °C y +30 °C, temperaturas típicas del aire exterior durante la temporada de secado nórdico, y se puede adaptar fácilmente a los sistemas de secado de granos ya existentes, así como a nuevas instalaciones.